El cierre forzoso y rápido de muchos negocios significa que los medios de vida y los ingresos de las personas pueden verse gravemente perturbados a corto plazo con incertidumbre y pocas indicaciones de cuándo puede terminar una crisis. Es necesario reevaluar las estrategias organizativas, las actividades y las finanzas y crear un plan de supervivencia si no existe ya. Una prioridad clave en esta fase, es seguir comerciando y al mismo tiempo garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados de las organizaciones.