Esencial
La industria alimentaria está en el punto de mira. Conservar los recursos de nuestro planeta se ha convertido en un desafío vital, y el modelo lineal tradicional de "coger, fabricar y desechar" está acabado. Incluso confiar en materiales que pueden ser reciclados por el usuario final (cosa que alguna vez se consideró como la opción que salvaría al medio ambiente) ahora, a menudo, se ve como una opción "que da pereza".
Los consumidores son más conscientes del medio ambiente que nunca y muy precavidos con sus elecciones de alimentos y bebidas. Esto supone que las empresas alimentarias se enfrenten a una presión por incorporar prácticas sostenibles: de la granja al tenedor.
Ser sostenible no solo significa hacer lo correcto por el medio ambiente. También puede ser una forma de aumentar la afinidad de marca con sus clientes o incluso ahorrar dinero. Seguramente ya conozca las oportunidades y los desafíos; cambiar la dirección hacia prácticas circulares y sostenibles no es fácil.
La verdadera sostenibilidad no es lineal, sino circular, donde los recursos se recuperan con la mayor calidad posible, se reutilizan y se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible. Este enfoque para gestionar los recursos se conoce como economía circular.
Y se puede aplicar a todo, desde el procesamiento de alimentos hasta el envasado. Si se hace de manera correcta, reduce el desperdicio, es mucho más eficiente, agrega valor duradero a su negocio y proporciona a los productos una ventaja competitiva. Además, puede mejorar la reputación de una empresa al demostrar que presta atención a lo que sus clientes consideran importante.
No es fácil, pero vale la pena.
Por lo tanto, ¿cómo pueden las empresas del sector alimentario contribuir a la economía circular?
Si está pensando en un conjunto de instrucciones que le ayudarían a hacerlo más fácil, tenemos buenas noticias. La norma BS 8001 de Economía Circular es un estándar de mejora empresarial que puede impulsar a las empresas del sector alimentario a emprender este camino. Incluye consejos detallados sobre cómo integrar prácticas sostenibles en sus operaciones.
Explica los seis principios de la economía circular y proporciona orientación sobre cómo hacer de cada uno una parte fundamental de las operaciones comerciales.
Source: BS 8001 publication.
BS 8001 también se basa en la norma ISO del Sistema de Gestión Ambiental (SGA). De hecho, si su organización ha implantado un buen SGA ISO 14001, es posible que parte del trabajo más difícil asociado con la adopción de una economía circular, se haya realizado cuando consideró la perspectiva del ciclo de vida de su(s) producto(s) o servicio(s) en la cláusula 6.1.2 Aspectos ambientales.
ISO 50001 del Sistema de Gestión Energética es otra norma internacional que puede ayudar a las empresas del sector alimentario a sentar las bases para convertirse en un negocio más circular o mejorar sus resultados. No importa dónde se encuentra su organización en el camino desde la granja hasta la nevera, probablemente ya sea consciente de que utiliza más combustible para realizar el trabajo que la mayoría de las otras industrias. ISO 50001 no le ayuda a alinearse con algunos de los principios como la innovación y la gestión, sino que también puede ayudar a su organización a estabilizar los costes energéticos. A largo plazo, muchas organizaciones experimentan ahorros de costes que pueden transferirise a sus clientes o accionistas.
El camino a seguir es ir en círculo; pero a pesar de sus desafíos, algunos de los beneficios de implantar una economía circular en la industria alimentaria incluyen:
- Aumento de la reputación de la marca mediante el reconocimiento de los valores de los clientes
- Mejoras en la relación con las partes interesadas
- Uso reducido de material y energía para reducir los costes
- Desarrollo potencial de recursos nuevos/innovadores
- Mitigar los riesgos asociados con los costes fluctuantes de los recursos
Esto da que pensar.