La pandemia COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia social de un ecosistema sanitario y farmacéutico plenamente funcional. Al mismo tiempo, también ha demostrado la fragilidad de la red sanitaria con la fuerte dependencia de la atención sanitaria digital. A medida que aumenta el número de empleados que trabajan desde casa, junto con la rápida adopción de las consultas a distancia que evidencian una nueva era de la telemedicina, numerosas organizaciones sanitarias de todo el mundo han experimentado los estragos que puede causar un ciberataque y el consiguiente impacto en la sociedad en general.
Sin embargo, aunque los riesgos sociales y organizativos son elevados, algunas de las técnicas de mitigación pueden ser tranquilizadoramente sencillas. Este documento ofrece una gran cantidad de consejos y apoyo para ayudar a las organizaciones a adaptarse a estas amenazas y mejorar su postura de ciberseguridad y resiliencia.