Desde las perspectivas de seguridad y salud ocupacional y ambiental, las infraestructuras gubernamentales débiles representan amenazas importantes para la seguridad de los empleados en el trabajo. Por ejemplo, BSI ha descubierto una correlación entre un organismo regulador ineficaz y salidas de emergencia bloqueadas en las fábricas. Otro ejemplo es el vertido ilegal de productos químicos y la falta de controles para monitorear la contaminación de ríos y lagos.
La subcontratación de operaciones a regiones desconocidas y países con infraestructuras gubernamentales débiles dificulta la capacidad de una empresa para evaluar el nivel de riesgos e incidentes que podrían enfrentar. Para mitigar tales riesgos, las compañías deben evaluar cuidadosamente los indicadores clave de la efectividad del gobierno y desarrollar un plan de preparación para emergencias.